A lo lejos inconfundible, sacando a pasear sus tacones de piel de aguja que, a cada paso, cambiaban tormentas por cielos rasos. La misma que en su tiempo libre se dedicaba a romper muros e impulsar aviones a su paso. Radiante y segura de sí misma, traía historias de amor a medio tejer en su bolso derrière. Y nunca faltaba aquel sombrero de hebilla burdeos, que siempre ocultaba su mirada y daba ese toque de misterio a su rostro de piel bronceada. El mismo que cubría sus lágrimas, le protegía del sol y la lluvia, y escondía a la mujer que mostraba a la vez su personalidad invencible en las noches más insostenibles. Pero que sin embargo, jamás conseguiría ocultar la sonrisa de cristal que aquel amor incondicional dejaría en su rostro, como imborrable huella de su fragilidad. #microcuento #saraoss