MESA PARA UNO
Noche, calles y alfombra de hojas tras una pared de cristal. Y dentro, un gran salón. De tintes rojos sangrientos y mobiliario marrón. Poca gente en su interior… bailando, riendo y en conversación. Y ella sin embargo, apartada en un rincón, esperando y esperando… solo haciendo caso… de su inculto reloj, que no sabe de horas, pero sí de desamor. Carta dedicada en mano con anécdotas de un pasado. Comentarios de la gente que siguen sonando. Van a ser las diez, y allí sigue esperando. Mesa de uno cuando debió ser para dos. CHANEL en el ambiente y sonrisa sonriente reflejada en cubiertos de brillos durmientes. Mantel cubierto de plata. Vestido negro transparente. Sí, toda una estampa. Música de fondo que se pierde ya entre feroces charlas. Alfombra roja a la entrada. En la inmensidad de la mesa, se sirven dos platos y una botella, con dos copas de champán para brindar por un día… que prometía ser especial. Platos vienen, bandejas van. En ella se acentúa la incomodidad.....