BROTABA PINTURA
Un débil rayo de sol entraba tímidamente por la ventana de la habitación, aquella que hace años fue un cuarto de lavandería. Demasiado temprano para recolectar el escaso trigo de los campos marchitos, pero no para recoger los abundantes detalles del entorno con su sexto sentido y plasmarlo en su libreta. El día cobraba sentido sólo si comenzaba plasmado y detenido en el tiempo en aquel lienzo dormido. Y frente al viejo caballete de herencia, emanaba pintura de entre sus dedos. Los movía cual pinceles sobre el retrato de su abuelo, cargando de luz aquella imagen que un día fue de carne y hueso. De su casa sería mejor decir ya que no existían mas paredes que las cuatro que la separaban del desierto exterior, pero que tanto le inspiraba. Soñaba con llegar un día a ser pintor, llevar su arte a todos y cada uno de los rincones del mundo, transportado en su ventana de expresión… y estaba convencido de que podría conseguirlo. No podía decírselo a sus padres, bastantes problemas...