¿QUIEN NOS REPRESENTA?
Son casi las 7 de la tarde. Dicen que uno de los pequeños placeres de la vida es poder sentarse a saborear un buen café, y más los días gélidos. Nada más acertado, está claro. Y mirando a través de la ventana reflexionar acerca de un panorama que nos creemos porque nos aseguran que estamos despiertos, que no se trata de un mal sueño…pensamos que somos afortunados de estar protegidos del frío, a diferencia de tanta gente que no puede esconderse de las gélidas y húmedas calles. Entonces miro el entorno del Café-Bar del Paseo de Recoletos, que abarca aquella muchedumbre enfurecida: unos discuten de deporte pegados a la pequeña pantalla de plasma y comentan las últimas jugadas sumándose a la afición roji-blanca, azul-grana…no lo sé, lo cierto es que no alcanzo a ver mucho más lejos de la barra desde mi taburete de madera que me eleva a la discreta mesita de centro que sostiene mi taza de porcelana y mis pastas de nueces blandas. Hace tiempo que dejaron de servir los pastelillos de na...