Microcuento
Y en medio de la noche, el hombre sin sombra se lavó las manos manchadas de sangre con el agua del pantano que vio morir ahogada a la mujer que amaba. Fue entonces cuando enterró el hacha de guerra para siempre, justo a su lado, con la misma tierra que derramó sobre su féretro, justo antes de quitarse la vida con la soga que su hijo menor tenía colocada en el cuello. Dicen que desde aquel día la luna jamás volvió a lucir en ese pueblo...
#microcuento #saraoss
Comentarios
Publicar un comentario