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Mostrando entradas de abril, 2020

#microcuento

Y entonces comprendí que el cielo siempre se tiñe de blanco en un mundo de color gris. Cuando mis velas de cumpleaños ya no prenden como antes. Y mi vieja guitarra olvidó aquella canción sin armonía que no acaba. Tus cartas ya no llegan a mi buzón, y ya no me quedan sectetos en el cajón. Dos más dos no son cuatro, como solía ser antaño. Un triciclo roto en la puerta que refleja mi infancia sin concluir. Los días cada vez son más largos y ya jamás visita la noche. Las apariencias no engañan. El viento del norte quema. Mi voz sólo sabe nombrarte y los sueños perdieron su aroma desde que te marchaste. Pero ese dulce olor a gas siempre reaparece en aquella habitación sin ventanas al sol, donde te espero. Y mientras todo sucede donde nada pasa, yo sigo pensando en ti, cuando no estoy pensando en nada.  #microcuento                      #saraoss 

#microcuento

A la mañana siguiente, después de una noche de pasión, sexo, drogas, alcohol y reflexión en la soledad de su habitación, en su cabeza todo daba vueltas y comenzaban a sonar los primeros murmullos, tras meses de silencio y calma. Instante en el que la misteriosa dama, de personalidad reservada, que cada día se asomaba al balcón ocultando su rostro, comenzó a mostrar su sonrisa a través del cristal de su escondite favorito. De repente bajó su mirada a las calles empedradas, que dibujaban la silueta de unos canales sin agua. Por fin el mundo volvía a girar con fuerza y con ganas allá afuera, enmarcado en una nube de color y esperanza, testigo de los primeros abrazos, besos, risas y confidencias entre una multitud desorientada. Las anécdotas resonaban en el viento. El fin del confinamiento había llegado. La luz apareció de golpe al final de un túnel a medio cabar. Pero aún faltabas tú por destapar tu cuerpo ante mi mirada -triste eterna y solitaria- simulando el último encuentro. Y mie...

#microcuento

Aquel niño triste, de cabello ondulado y de ojos grises, que jugaba sólo en el balcón del edificio de luces con vistas al mar. Cada mañana, dejaba la mitad de su bocadillo en la barandilla de bronce desgastado, mientras dibujaba una nueva raya con tiza en la pared mojada. La gente decía que estaba loco porque no paraba de reír, cantar, saltar, bailar... llorar, gemir, golpearse, quedarse inmóvil en soledad, durante largas horas. Todos los días contaba hasta tres en voz alta antes de irse a dormir al rincón de aquel balcón. Miraba hacia el techo y a través de la ventana hacia dentro de la casa, donde sus padres dormían desde hacía varios días. El cristal siempre reflejaba la luna y su rostro pálido sin expresión. Pues sólo a veces reía, o a veces lloraba sin razón. Luchando a contra corriente para inventar la felicidad y gritar sus sueños a unas nubes, que se esforzaban por adquirir aquellas formas. Una noche parecía que dormía a la intemperie, con las cortinas enrolladas a sus pies...

#microcuento

Busqué tu mirada. Pero sólo encontré lágrimas. Entonces me sonreíste. Regalandome tu esperanza. Jamás volví a sentir miedo. Me atreví a soñar en voz alta. Aquellos días de invierno. Que hoy son bonitos recuedos.  Porque ya nada tiene sentido. Donde apenas nada sucede. Si todo se detiene alrededor. Frente a un tiempo que duerme. Para despertar con más ganas. Y volver a tenerte. #microcuento                 #saraoss