#microcuento

Comienza a llover, por las lágrimas de un Sol marginado al caer la noche. Y sobre aquella playa sin orilla, la luna brilla iluminando su mar en calma. Mientras, magestuosas sombras se proyectan de la nada. Son los guardianes inmóviles de la ciudad que nunca duerme, envueltos en su armadura de acero y cristal, que vigilan sin descanso cada movimiento. El reflejo de sus ventanas sobre el agua proyecta las vidas de sus habitantes, viviendo una falsa intimidad. Hoy convertida en desgracia. Cuando sus calles siempre apuntan al mismo lugar. A aquel reloj de arena que quedó anclado y congelado en la plaza principal, testigo de aquella despedida forzada. Cuando la luz de las farolas aún proyectaban la sombra del tiempo. Una gota de su perfume sobre las olas sería el viaje eterno de su esencia. La misma que dejaron escapar aquella noche que sólo sabía nevar, vistiendo de blanco la ciudad que jamás dejó de buscar, aunque le vio morir entre los brazos de aquellos Rascacielos de N.Y. ... sin duda hoy hechos pedazos por el dolor.

#microcuento                       #saraoss 

Comentarios

Entradas Populares

25 añitos...¡cuarto de siglo ya!

#microcuento