CON TAN SÓLO TU PRESENCIA
¿Quién es?. No lo sé. Cada noche veo que transita. Silenciosa y débil, cruza por mi balcón a escondidas. Siempre sola, siempre callada, siempre tan pálida… cuando nadie aún le ha pedido nada. Se siente inútil en este mundo de penas y llantos, de risas y alegrías, de verdades y mentiras, de amores y espantos. ¿Su nombre? No lo conozco. ¿De dónde viene? ¿a dónde se dirige? ¡Lo ignoro!. Solo sé que nuestros ojos se encuentran cada noche que se presenta por sorpresa…y siempre tan oportuna, su mirada me observa un momento y pasa de largo… sola, triste, callada y pálida cuando nadie la reclama. Hace tiempo que dejo de brillar aquella luz que le daba la fuerza y la vida. Ella, que pasa cada noche sin decirme nada, detrás de mi ventana, pero que sin embargo me deja siempre su imagen anclada dentro del alma. Las sombras le acechan, las nubes le envuelven intentando tapar su belleza, la luna ilumina su rostro confuso, para que siempre se salve y nunca se pierda. Y ella, que pasa...