CON TAN SÓLO TU PRESENCIA
¿Quién es?. No lo sé. Cada noche veo que transita. Silenciosa
y débil, cruza por mi balcón a escondidas. Siempre sola, siempre callada, siempre
tan pálida… cuando nadie aún le ha pedido nada. Se siente inútil en este mundo
de penas y llantos, de risas y alegrías, de verdades y mentiras, de amores y
espantos. ¿Su nombre? No lo conozco. ¿De dónde viene? ¿a dónde se dirige? ¡Lo
ignoro!. Solo sé que nuestros ojos se encuentran cada noche que se presenta por
sorpresa…y siempre tan oportuna, su mirada me observa un momento y pasa de
largo… sola, triste, callada y pálida cuando nadie la reclama. Hace tiempo que
dejo de brillar aquella luz que le daba la fuerza y la vida.
Ella, que pasa cada noche sin decirme nada, detrás de mi ventana,
pero que sin embargo me deja siempre su imagen anclada dentro del alma. Las
sombras le acechan, las nubes le envuelven intentando tapar su belleza, la
luna ilumina su rostro confuso, para que siempre se salve y nunca se pierda. Y
ella, que pasa sin hacer ruido, siempre discreta, con rumbo perdido y con todos
aquellos misterios que guarda y que yo tanto admiro, porque siempre trae paz
consigo. Y yo, discreta como ella, no le pregunto nada que pueda aflorar su
tristeza. No por falta de ganas, pero sí por falta de fuerzas. Sé que busca
lugar de reposo y olvido… yo también busco refugio en aquella parte del destino.
El mundo cansa, lo sé. Quiero seguir su rastro y el halo de timidez que
desprende su estela. Dama misteriosa de oscuras esferas, aparece de la nada
dispuesta a recoger sueños y esperanzas, que sin embargo nadie comparte con
ella. Triste y cabizbaja pasa y se pierde sin tener repuestas de nada. La
fugacidad provoca que las gentes no sepan de su visita cuando ella transita,
sin poder comunicarse con ella, sin poder pedir lo que ellos desean, perdiendo
su pista.
Yo quiero ser como ella, partir lejos, lejos de las gentes, a
la tierra extraña y prometida… y allí donde las aves no alcanzan, esperar a que
se cumplan los deseos que un día le encargué y aún no tengo respuesta. Porque
yo fui la única que llegué a hablar con ella. Estrella fugaz que hoy no brilla,
porque nadie le pide nada que ella pueda hacer por sus vidas. Tan rápido pasa…
que el tiempo se pierde en sus prisas, y a la gente no puede avisar para
poderle encargar sus sueños desde las blancas cornisas. Poco de nosotros se
lleva, pero mucho deja cuando por nuestros cielos transita. Aquel momento fugaz lleno de incógnitas, que abre algunas puertas
y cierra otras. Alegrías que llegan con ella, tristezas que mueren cuando se
manifiesta, tiempo que avanza despacio, noche que pasa sin tener en cuenta un
reloj que deja de funcionar cuando marca las dos. Tantos encuentros, cientos de
aciertos y mil desconciertos. Sonrisas, Llantos y desvelos… Trae consigo ilusiones
y las verdades se quedan. Amistades que van, otras que llegan. Amigos, los
únicos que no se alejan. Aquellos sucesos que ocurren, mientras ella recoge
deseos y abandona su estela. Y eso que es sólo una estrella…
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