Risoterapia en privado
Medio en broma medio en serio. C’est la
vie. Literalmente, es así…o al menos así siempre se ha dicho. Me corrigan si me
confundí. Un caos de “sonrisas y lágrimas”. Montaña
rusa de esperanzas. Entonces ¿porqué solemos mirar siempre la parte "en serio"?
La parte “medio en broma” también nos espera, creo que riendo. Yo
personalmente, no me arrepiento…sino vaya aburrimiento! Sí, a veces razono con el
corazón, hablo con los ojos y leo con el alma. Escondo mi razón... el sentir me calma. Pero es
que no tengo opción. Problemas ajenos me envuelven y no me dejan disfrutar
(los que no pintan nada en mi vida y se meten a molestar).
Porque solo así sé vivir. Puedo admitir que la vida no siempre está de mi lado
(aunque mal hecho, es nuestra y nos ha criado). Es mi vida, sí, no os engaño. Me enseña, me da sorpresas y alegrías...pero
también me reprocha fallos y rebeldías. Pero no siempre tengo por qué estar de
acuerdo con ella. A veces se rie de mí. Pues antes, me rio yo de ella!... Sonreir. No es
tomarse la vida a guasa ni tener menos problemas o desconocer el dolor. Tampoco
es querer olvidar, simplemente luchar por traer a mi mente lo mejor. ¿No creéis que nos tomamos la vida demasiado en serio?
Deberíamos reírnos más de nosotros
mismos y de la vida. Demasiada preocupación por TODO…ese “todo” que más
rápido no se va a solucionar por mostrar mi cara más larga al despertar. Eterno funeral. Porque
mi única misión en esta vida es sin duda disfrutar… de aquello que nos hace felices y no volverá. Una vida
de la que no saldremos vivos, claro está.
Me encantaría compartir con vovotros un fragmento del artículo del maestro del optimismo, Eduard Punset. Es una terapia que todos deberíamos probar! A partir de ahí…imaginación, imaginación ...y a disfrutar! Dice así: “Póngase un lápiz atravesado en la boca sujetándolo con los dientes. E intente hablar, si puede, con el lápiz en la boca. Lo más probable es que no le entiendan los demás y que se rían y se ría usted con ellos. Se trata de un experimento sencillo para demostrar que un ligero cambio en una costumbre, como llevar o no llevar un lápiz en la boca, acaba incidiendo sobre el carácter o la naturaleza de una persona. El lápiz que atenazan los dientes obliga al intérprete a hacer gestos similares a los que adopta cuando se ríe. A base de pasearse por la vida riendo, se acaba disfrutando de la risa y se siente uno más feliz”.
Recomendación: Los ánimos estan muy
crispados en todos los ámbitos (con toda la razón, pero necesitamos
desconectarnos...bueno, de vez en cuando). Siempre habrá gente que perdió todo sentido
del humor en 2007, cuando empezó todo este horror. No queda otra, es una opción.
Yo digo a respetar al prójimo y a hacer la terapia en privado para no perder
cancha sin ofender al que de dramas no descansa. Cuando todo esto pase… eso que tendremos ganado!, aprovechad los que podais. El resto tendrá que
empezar a prácticar cómo ser feliz e irá con desventaja. Me acojo al consejo con un SÍ rotundo: “La vida es corta… por eso rompe las reglas, perdona
rápido, besa despacio, ama de verdad, ríe sin control, no guardes rencor, y
nunca olvides…………..ser feliz. La vida es una obra de teatro que no permite
ensayos… Por eso vive intensamente cada momento de tu vida… …antes que el telón
baje y la obra termine sin aplausos”. En
definitiva, lucha como si fueras a
vivir siempre, y vive como si fueras a morir mañana. Lo único que debemos evitar es la frase: "me rio por no llorar". Reir sí, pero siempre de verdad. Risoterapia en privado, pa no molestar al de al lado.
Me encantaría compartir con vovotros un fragmento del artículo del maestro del optimismo, Eduard Punset. Es una terapia que todos deberíamos probar! A partir de ahí…imaginación, imaginación ...y a disfrutar! Dice así: “Póngase un lápiz atravesado en la boca sujetándolo con los dientes. E intente hablar, si puede, con el lápiz en la boca. Lo más probable es que no le entiendan los demás y que se rían y se ría usted con ellos. Se trata de un experimento sencillo para demostrar que un ligero cambio en una costumbre, como llevar o no llevar un lápiz en la boca, acaba incidiendo sobre el carácter o la naturaleza de una persona. El lápiz que atenazan los dientes obliga al intérprete a hacer gestos similares a los que adopta cuando se ríe. A base de pasearse por la vida riendo, se acaba disfrutando de la risa y se siente uno más feliz”.
Fuente: Punsethttp://www.eduardpunset.es/4389/general/aprender-a-reir-puede-cambiar-nuestro-carácter.
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